La lavanda es conocida por su relajante color púrpura y su inconfundible aroma, razón por la que muchos jardineros prefieren tenerla en sus jardines. Pero por muy emblemáticas que sean sus flores, lo que la mayoría no sabe es que la lavanda tiene una serie de imitaciones que pueden engañarte fácilmente.
Uno de sus muchos dobles es la salvia rusa, y si busca sus flores púrpuras agrupadas, comprenderá lo increíblemente parecidas que pueden ser. Dado que identificar estas dos plantas entre sí puede resultar difícil para el jardinero medio, a continuación encontrará una lista de características que pueden ayudarle en el proceso.
¿Es lo mismo la lavanda que la salvia rusa?
Es posible que la lavanda le resulte más familiar por sus usos destacados en hogares y jardines. Es un tipo de semiarbusto que pertenece a la familia de las Lamiaceae y, aunque es originaria de Cabo Verde y las Islas Canarias, actualmente se puede encontrar en casi todo el mundo.
En cambio, la salvia rusa es más común en Asia Central, concretamente en zonas de gran altitud de Pakistán, Tíbet y Afganistán. Pero no es casualidad que se parezca a la lavanda porque también pertenece a la Lamiaceae familia. Sin embargo, una vez que observes bien la planta, te darás cuenta de que en realidad tienen muchas diferencias, como el color, el olor y la inflorescencia.
Salvia rusa vs Lavanda
Hay que admitir que identificar plantas de aspecto similar no es tarea fácil para el ojo inexperto. Pero conocer sus características facilitará el proceso.
Si desea plantar estos preciosos arbustos en su jardín, puede que desee tomar nota de algunos de estos atributos:
Color
Lo primero que probablemente le llamará la atención de estas dos plantas son sus llamativos tonos morados. Aunque la lavanda puede ser más reconocible por su color púrpura pálido, en realidad también tiene otras variedades con floraciones azul-violeta, amarillo y rosa.
Por el contrario, la salvia rusa tendrá una flora azul con un toque de púrpura. Por eso sus colores parecen más apagados en comparación con la lavanda. Aunque dispone de siete cultivares, conserva su color azul-púrpura en toda su extensión. Otra característica en la que hay que fijarse es el color de sus tallos. Mientras que la lavanda tiene tallos verdes, la salvia rusa tiene unos atractivos tallos de color gris plateado.
Flores
Una forma segura de diferenciar una planta de lavanda de una de salvia romana es observar sus inflorescencias. También llamadas "flores", están situadas en la parte superior de los tallos y contienen un pequeño racimo de flores que producen semillas cuando son polinizadas.
Sabrá que las inflorescencias son de salvia rusa cuando tengan flores en forma de trompeta espaciadas entre sí. Las flores de lavanda, por el contrario, son muy compactas y de menor tamaño. El único inconveniente de este método de identificación es que tendrá que esperar a la estación adecuada para que salgan sus inflorescencias. La salvia rusa florece desde mediados de verano hasta el otoño, mientras que las lavandas suelen hacerlo desde mediados de primavera hasta principios de verano.
Oler
Quizá la mayor diferencia entre estas dos plantas sea su olor. Dado que la lavanda se utiliza a menudo en perfumería y artículos de tocador, es probable que ya estés familiarizado con su distintivo y fresco aroma floral. Aunque te encante su aroma, algunos insectos prefieren evitarlo, lo que significa que la lavanda puede utilizarse como repelente de plagas en tu jardín.
Haciendo honor a su nombre, la salvia rusa puede tener una fragancia similar a la salvia, con un toque de menta debido a sus orígenes en la familia de la menta. Pero aunque su refrescante olor a hierbas te atraiga a comerla, su sabor puede no ser tan apetecible como crees. Además, consumir grandes cantidades de esta planta puede ser tóxico, por lo que es mejor evitar ingerirla en primer lugar.
Hojas
Otro método para diferenciar estos dos arbustos es observar sus hojas. Puede que no sean tan llamativas como sus flores, pero acercarse a sus detalles facilitará el proceso.
Las hojas de la lavanda pueden diferir según la variedad, por lo que también conviene fijarse en ellas si quiere distinguirlas. La lavanda inglesa tiene hojas alargadas aterciopeladas de color verde grisáceo con bordes lisos, mientras que las hojas de la lavanda francesa tienen un aspecto más intrincado, con bordes dentados. Las hojas de la salvia rusa tienen un follaje alargado más ancho que presenta un tono gris verdoso que puede intensificarse durante el verano.
Necesidades de crecimiento
A pesar de sus diferencias, la lavanda y la salvia rusa comparten requisitos de cultivo similares. Ambas plantas crecen mejor en suelos arenosos con buen drenaje y expuestas a pleno sol.
A diferencia de otras plantas ornamentales, prefieren crecer solas, por lo que no necesitarás abonarlas constantemente. Como también toleran la sequía, procura regarlas sólo cuando la tierra esté completamente seca. Ten en cuenta que son sensibles al agua y propensas a la podredumbre de las raíces.
Ambas plantas también necesitarán podas durante determinadas estaciones para favorecer su crecimiento y prolongar su vida útil. Tendrás que podar la salvia rusa a finales de otoño o principios de invierno, preferiblemente después de las primeras heladas, cuando entran en reposo vegetativo. La lavanda necesitará una poda después de florecer en primavera o verano.
¿Qué flor se adapta mejor a su jardín?
Aunque la lavanda y la salvia rusa tienen requisitos de cultivo similaresSin embargo, tendrás que tener en cuenta algunos factores que determinarán cuál se adaptará mejor a tu jardín si algún día decides plantarlos.
Si quieres incorporar más fragancias a tu jardín, elige la lavanda por su potente aroma. Se sabe que reduce el estrés y favorece el sueño, y aparte de usarla para infusiones, también puedes incorporar sus brotes para aromatizar postres y pasteles.
Sin embargo, si tiene tendencia a regar con frecuencia, la salvia rusa será una mejor opción para su jardín. Aunque es propensa a la pudrición de las raíces, no entrará inmediatamente en shock si se la riega en exceso de vez en cuando.
Dicho esto, si no puedes elegir entre las dos, no hay por qué estresarse. La lavanda y la salvia rusa son ideales para plantarlas juntas en la misma parcela, ya que tienen necesidades de crecimiento muy similares, por lo que puedes tener lo mejor de ambos mundos.
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