Con flores colgando de las puertas, fluyendo de los trenes y adornando las trompas de los elefantes, el estado de Kerala, en el sur de la India, estalla de color durante su Onam en septiembre. Esta fiesta de la cosecha conmemora al dios hindú Vishnu y al mítico rey Mahabali. El evento cae en el mes de chingam en el calendario malayo (agosto - septiembre).
Durante el festival se emplean varios pasatiempos culturales, pero destaca uno en particular. Se considera el sello distintivo de Onam, pookkalam es un tipo de diseño floral en el que se crean intrincados arreglos durante un periodo de diez días, creciendo cada día hasta alcanzar los cuatro o cinco metros de diámetro. Cada día se piensa en un nuevo diseño, que representa el círculo de la vida en expansión. Se cree que crear algo a partir de la naturaleza es auspicioso, por lo que se hacen diseños llamados aththa-poo. Decenas de variedades de hibisco, jazmín árabe, jazmín español, caléndula y adelfa se unen para formar diseños de varios niveles con ídolos de Mahabati y Vishnu colocados en el centro.
Durante el festival se importan cuatro toneladas diarias de flores de los estados vecinos, Tamil Nadu y Karnataka, que se suman a las flores que se utilizan habitualmente para las ceremonias de puja y para que las mujeres se las pongan en el pelo.
Las flores desempeñan un gran papel en el sur de la India, tanto en los festivales como en la vida cotidiana. El diseño floral es una visión común durante varios festivales, así como en las mencionadas pujas que se realizan a diario y para vestir.
La tradición ha cambiado bastante con los años. A los puristas les molesta que se haya comercializado. Si antes los niños se levantaban temprano con sus pooka (cesta) para recoger flores, ahora la tendencia es comprar flores en el mercado. Se celebran grandes concursos de decoración en los que participa todo el público y se conceden grandes premios. Y ahora, con el predominio de la tecnología, la gente prepara los diseños en su ordenador en lugar de hacerlo a mano. El significado de Onam es conectar con la naturaleza, por lo que los puristas podrían tener razón al decir que al suprimir la recogida de flores y comprar las onasdya (festín) en lugar de cocinarlo se está perdiendo el sentido.
Algo que no parece perderse es la habilidad con la que se hacen estos diseños. Con una tradición tan antigua, que se transmite de generación en generación, la población local hace que parezca fácil crear estos intrincados aththa-poo. Además de ser un placer para los sentidos, es una maravilla ver a las mujeres locales trabajando, lo que lo convierte en una buena parada en cualquier viaje a la India, especialmente para los amantes de las flores.
imagen 1: -RejiK (Creative Commons BY-NC-ND); imagen 2: NaveeN K (Creative Commons BY); imagen 3: Rosh PR (Creative Commons BY-NC-SA); imagen 4: Ranjith shenoy R (Creative Commons BY-NC-SA)